El local cuenta de mesas en la puerta, amplios salones en su interior y un patio muy fresco para las noches de verano. Se palpa el empeño en su decoración, destacando cuadros, ventanas de madera y una gran escultura sobre la que gira el salón principal. Al comienzo del servicio, la sala está muy tranquila y poco a poco se comienza a llenar. Todo, envuelto por una suave música que invita al sosiego y disfrute.
A la llegada a la mesa, sirven unos piquitos con aceitunas verdes partidas y negras con hueso, junto con la bebida que pidas posteriormente. Como siempre, dos personas fueron las que enviamos desde nuestro equipo, pidieron dos tintos de verano que sirven en vaso grande con hielo y limón. Muy fresquito pero también quizás se pasaron de amargor. Y para no perder las buenas costumbres, la foto de rigor:
La carta es extensísima, hay muchos tipos de platos y además dentro de cada tipo, mucha variedad para elegir. Esto tiene la ventaja de poder elegir siempre algo diferente y la desventaja de que puedes llegar a encontrarte en la situación de no saber qué pedir, que seguro que a todos nos ha pasado alguna vez.
El equipo de "Salir en Málaga", se pidió una pizza y una pasta para poder saborear al máximo posible la diversidad de la carta.
La pizza carbonara tubo un punto que no saben dárselo en todos los lugares, pero quizás los trozos de jamón cocido y champiñones sean demasiados toscos. La masa es perfecta para aquellos que os gusten contundente y no demasiado fina, sin llegar a ser gorda. Además se puede apreciar que está amasada a mano.
Los Raviolis al salmone son presentado en un plato hondo con un azucarero lleno de queso rallado. El plato lleva la pasta rellena de salmón y salsa de nata y salmón. Deciros que todo es "salmón" y solo sabe a "salmón", así que perfecto para los enamorados de este sabor, pedirla. Los raviosis están rellenos de una masa blanquecina que nos imaginamos sea triturado de salmón. La salsa sabe al paté de salmón que conocemos y viene con unos dados de salmón natural considerables, sin espinas, un detalle muy de agradecer.
En cocina son muy eficaces, haciendo llegar la comida en pocos minutos, genial para cuando llegas con hambre. Del resto del servicio de la sala podríamos decir que en momentos de poca afluencia quizás se encuentren demasiado revueltos, distraídos y charlatanes. Pero igual que decimos las cosas a mejorar, también decimos que saben estar en los momentos de máxima afluencia, con detalles como por ejemplo la atención en inglés fluido, algo muy necesario para clientes que no son de habla castellana.
El total fue de 26,60 €. ¡Hoy os dejamos que concluyan ustedes!
¡¡¡Hasta la próxima!!
